LA TORMENTA. |
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Extracto: El administrador asintió en silencio, pero Armando movió la cabeza, desaprobando. -No quiero entrometerme, Gabriel, pero ese castigo es terrible, no resultará. Esto es una hacienda, no el ejército. -Todo el mundo necesita la disciplina militar para marchar bien. -¿Cómo puedes decir eso, precisamente tú? -Porque estoy harto de ser desobedecido. De hoy en adelante, mano de hierro con todos. Ahora mismo firmaré la orden de leva. Ese deslenguado aprenderá modales en el ejército. - ¿Cómo te llamas? -preguntó brusco al peón, que lo miraba con ojos torvos. -Emiliano, Emiliano Zapata
-respondió con voz firme. |
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. La Tormenta. Este
libro es una adaptación |