PRÓLOGO. EL |
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El Zapatismo ha sido uno de los movimientos sociales, políticos y culturales de mayor trascendencia en la historia de México durante los casi 100 años transcurridos desde su surgimiento. Al frente de un pequeño grupo de seguidores, Emiliano Zapata se sumó a la rebelión nacional organizada por Francisco I. Madero para derrocar al régimen de Porfirio Díaz. La rebelión zapatista arraigó profundamente en el campo morelense y de ahí se extendió a Puebla, Guerrero y partes del Estado de México, Distrito Federal y Oaxaca. Esa rebelión se convirtió en el movimiento social y político más radical dentro de la Revolución Mexicana. El zapatismo fue el único movimiento que logró una profunda reforma agraria, al destruir el régimen de las haciendas y repartir la tierra entre los pueblos y comunidades campesinas, los cuales pudieron trabajarla con libertad en lo que ha sido quizás la experiencia más importante de autogobierno y autoorganización popular en la historia del país, entre 1914 y 1916. Su líder, Emiliano Zapata, fue uno de los líderes revolucionarios más importantes y, luego de su asesinato, el 10 de abril de 1919, en la hacienda de Chinameca, su figura se convirtió en un símbolo y en una leyenda que ha permanecido hasta la fecha y que ha trascendido las fronteras nacionales para ser reconocido, en el mundo, como el héroe popular que mejor representa la lucha por la tierra y por la justicia campesina. Zapata se convirtió,
a lo largo del siglo XX, en un personaje universal, y probablemente
es el héroe mexicano con mayor reconocimiento y prestigio
a nivel internacional. |
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